Llega por fín el calor, y en mi casa inmediatamente piden: "mami!!!, haz helados!!!"...
Pero no creáis que cualquier helado, cuando mis hijos y mi marido hablan de "hacer helados", se refieren a ESTE HELADO: una deliciosa receta tremendamente fácil y que podéis hacer con o sin heladera, siempre, siempre sale!!
No tiene secretos: mezclar y al congelador...la verdad es que yo, ya que tengo heladera, suelo enmantecar el helado con ella, pero ya lo hice alguna vez sin este paso y sigue siendo irresistible.
Ingredientes:
- 500 ml de nata para montar, bien fría
- un bote de leche condensada
- una caja de galletas Oreo ( vamos, no un paquete que viene sólo 4...)
Preparación:
En un baso de batir, vertemos la nata y comenzamos a batirla como si la fuéramos a montar, pero sólo hasta dejarla semimontada, es decir, con más cuerpo que según sale del brick, pero sin que haya cogido solidez.
En ese momento, agregamos la leche condensada y batimos hasta integrar.
Rompemos las galletas en trozos y las incorporamos a la crema anterior, sin batir, sólo removiendo. Mi recomendación es que no las hagáis migas, es mucho más delicioso, ir encontrándose trozos de galleta cuando tomamos el helado.
Vertemos la mezcla en un tupper y congelamos al menos 4 horas.
Antes de consumir, sacarlo unos minutos del congelador.
Para servir, bien en copas, en cono de helado, con barquillos... os lo dejo a vuestra elección.
Sólo como anécdota os contaré que ayer mi hija pequeña se fue a pasar el día con mi madre y justo antes de salir por la puerta, me dijo: "...dejadme heladoooooo...", no os cuento más....