sábado, 30 de marzo de 2013

Galletas de canela (Napolitanas)

 
 

Si mi hijo Luis, auténtico fanático devorador de las genuínas Napolitanas, les dio el pase, os aseguro que son como las de verdad.

Os traigo la receta casera de las galletas de canela, tipo las Napolitanas de toda la vida, con la diferencia de que a mi me quedaron algo más gorditas que las auténticas. Son deliciosas, y en casa desde luego, les dieron su bendición sin dudarlo.


Lo mejor de todo, como ya mayoría de mis recetas, facilonas a más no poder. Vamos a por esas galletas, ya veréis qué olor mientras se hornean...

Ingredientes:

- 100 grs de mantequilla a temperatura ambiente
- 100 grs de azúcar
- un huevo
- 3-4 cucharaditas de canela molida
- 350 grs de harina ( y un poco más para acabar de amasar)
- una cucharadita de levadura en polvo
- azúcar y canela mezcladas para espolvorearlas

Preparación:

Con una batidora de varillas, vamos a batir la mantequilla con el azúcar. Es importante que la mantequilla la tengamos a punto de pomada, para que la mezcla sea perfecta.

Le agregamos el huevo y las cucharaditas de canela, y seguimos batiendo con las varillas.

Incorporamos la levadura y comenzamos a agregar la harina a cucharadas, poco a poco para que vaya integrándose bien.

Una vez obtenida la masa, la vamos a sacar sobre la encimera previamente enharinada y acabaremos de amasarla a mano, e incorporando la harina necesaria para obtener una masa suave, pero no pegajosa.

Estiramos la masa con ayuda de un rodillo previamente enharinado y daremos forma a las galletas, intentando que nos queden lo más finas posible si queremos que sean más parecidas a las Napolitanas.

Precalentamos el horno a 180º.

Mezclamos azúcar y canela molida a partes iguales y una vez que hayamos depositado las galletas sobre una bandeja de horno forrada con papel vegetal, las espolvoreamos con la mezcla al gusto.

Hornamos las galletas a 180º, hasta que veamos que comienzan a tostarse, ojo sin que sea demasiado, unos 13-15 minutos, dependiendo del tamaño.

Sacamos del horno, dejamos que reposen 5 minutos, y las pasamos a una rejilla para que acaben de enfriar.


Si en casa les gustan las galletas de canela, en cuanto empiecen a oler cómo se hornean, ya los tendréis en la cocina preguntando cuánto les falta, en la mía duraron menos de lo que yo tardé en hacerlas...ya me las están pidiendo otra vez, sobre todo mi hijo Luis, son unas galletas absolutamente adictivas para él., y no me extraña...


 

martes, 26 de marzo de 2013

Flanes de brócoli y puerro con salsa de piquillos


Sabéis que me encantan los flanes, pasteles y puddings de verduras. Este no fue más que el resultado de aprovechar todas las verduras que tenía por la nevera, una idea de receta que saqué del blog "La cocina alternativa" y las ganas enormes de probar una salsa de pimientos del piquillo que había visto en una receta de éste.

No es tampoco nada novedosa: verduras, huevos y leche evaporada, para que no contenga demasiadas calorías que nos arruinen el plato, pero por lo demás no invento nada. Lo delicioso de estos platos es que van variando según la época del año y las verduras de temporada, pero siempre son una delicia, así que a ello:


Ingredientes:

- un brócoli
- un par de puerros grandes
- 4 huevos
- 2 cucharadas de aceite de oliva
- 250 ml de leche evaporada
- sal
- pimienta al gusto

*Para la salsa de piquillos

- una cebolla grande
- un bote de pimientos del piquillo asados y escurridos
- un chorrito de vino blanco
- 2 cucharadas de aceite de oliva
- un poco de agua
- sal

Preparación:

Empezamos preparando los flanes; lavamos el brócoli y lo cortamos en ramilletes, quitando los troncos duros, y lo cocemos al vapor durante unos 12-13 minutos. Reservamos

Ponemos un par de cucharadas de aceite de oliva a calentar en una sartén a fuego medio y limpiamos perfectamente los puerros. Los cortamos en láminas finitas y pochamos en el aceite, removiendo para que no se nos quemen, durante unos 15 minutos.

Batimos los huevos en un bol junto a la leche evaporada.

Cuando tengamos listos los puerros, les incorporamos el brócoli cocido, aplastándolo ligeramente. Salpimentamos a nuestro gusto.

Echamos las verduras en la mezcla de huevos y leche, y mezclamos bien.

Precalentamos el horno a 200º.

Engrasamos unas flaneras con una gotita de aceite y la ayuda de un pincel de silicona, y vertemos en ellas la mezcla de verduras y huevos, para cuajar los flanes al horno.

Ponemos las flaneras en un recipiente amplio (yo usé una paellera), y cubrimos la base del mismo con agua para cocer los flanes al baño María durante unos 20-25 minutos.

Mientras prepararemos la salsa de piquillos: para ello ponemos a pochar en un par de cucharadas de aceite, la cebolla picadita. Dejamos que esté blanda, cocinándola a fuego medio durante unos 15 minutos.

Incorporamos los pimientos escurridos, el chorrito de vino blanco y un poco de agua.

Salamos y cocemos durante unos 15 minutos.

Pasado el tiempo trituramos la verdura, hasta obtener una crema fina de pimientos.

Sacamos y dejamos que se enfríen los flanes en el mismo recipiente en el que los horneamos.

Desmoldamos y servimos con la salsa de piquillos.


Muy sencillos pero deliciosos si os gusta el brócoli tanto como a mi.

Un plato que sirve tanto de entrante como de acompañamiento. Podéis hacer un flan único, en un molde tipo plum-cake, en vez de flanes individuales, acompañarlo de tomate casero o incluso de una mayonesa si estáis más pillados de tiempo...una delicia, en cualquier caso.

 

sábado, 23 de marzo de 2013

Ensalada de tomates, olivas y queso de cabra


La verdad es que después del título de la receta poco más me queda por deciros: una refrescante ensalada, a pesar de que aún no hace calor, pero ya os comenté que a mi me van todo el año...

Es una idea básica, sin ninguna pretensión más que disfrutar de una combinación de sabores absolutamente deliciosa. Rápida a más no poder, para esos días en que ni nos apetece cocinar, ni ganas de hacer nada.


Es tan sencilla, que da hasta reparo poner la receta, en fín, allá vamos;

Ingredientes:

- 300 grs de  tomates firmes
- una cebolleta
- 100 grs de aceitunas verdes, sin hueso
- 100 grs de queso de cabra en trocitos
- aceite de oliva
- orégano
- sal
- pimienta negra recién molida

Preparación:

Lavamos los tomates y cortamos en cuartos, colocándolos en una ensaladera.

Incorporamos la cebolleta, finamente picada, y aliñamos con sal y pimienta negra, un chorrito de aceite de oliva y orégano picado.

Incorporamos las aceitunas y mezclamos bien para combinar todos los sabores.

Desmenuzamos el queso, lo incorporamos a la ensalada,  removemos con cuidado y servimos de inmediato.



Os animo a probarla también con aceitunas negras, una delicia.

En casa es una de las ensaladas estrella, invierno y verano, porque casa con todo.

Una delicia, y además preciosa, o no?

martes, 19 de marzo de 2013

Carbayones



Soy ovetense por los cuatro costados. Salvo un poco de sangre andaluza que corre por mis venas, heredada de mi abuelo materno, el resto de mí es astur, y demás me siento muy ovetense.

En Oviedo nací, crecí, estudié, conocí a mi marido, me casé, fui madre, trabajo y vivo en Oviedo, espero que por muchos años. Por eso me apetecía mucho traeros algo típico de mi hermosa cuidad: los carbayones, un pastel delicioso que podemos encontrar en las mejores pastelerías de aquí.

El carbayón (aumentativo de carbayu, que significa roble en bable) es el nombre que recibe un roble centenario que estaba situado en pleno centro de Oviedo, en la Calle Uría. Este árbol, debido a su porte y tamaño, fue de enorme importancia simbólica para la ciudad, y ha dado lugar al gentilicio de los ovetenses, llamados también carbayones por este árbol. Ahora ya sabéis que a los que somos de Oviedo, nos llaman carbayones.

Pues bien, yo que soy de Oviedo de toda la vida, como decimos por aquí, en homenaje a mi ciudad,  os dejo uno de mis dulces favoritos. A disfrutar:

Ingredientes:

- una lámina de hojaldre

* relleno:

- 100 grs de almendras molidas
- un huevo
- una yema
- 100 grs de azúcar
- un chorrito de coñac

* cobertura de yemas

- 2 yemas
- 4 cucharadas de agua
- 100 grs de azúcar

* cobertura blanca

- unas cucharadas de agua
- 100 grs de azúcar glass
- dos cucharaditas de zumo de limón

Preparación:

Comenzaremos preparando el relleno, pera lo cual en un bol amplio, sólo tenemos que mezclar los ingredientes del mismo de manera uniforme y reservar.

Precalentamos el horno a 180º.

Vamos a cortar la lámina de hojaldre en rectángulos, para formar la base de los carbayones. Yo usé unos moldes de silicona pequeños, a los que ajusté el hojaldre cortado, pero también podei´s hacerlos redondos, o cuadrados..

Una vez forrados los moldes ( si son de silicona no es necesario engrasarlos, sino, untar con un poco de mantequilla), vamos rellenando el hojaldre, con unas cucharadas del relleno de almendra previamente elaborado, procurando que no nos llegue del todo al borde, ya que al crecer el hojaldre, podría salirse el relleno. Horneamos los carbayones unos 15 minutos más o menos, hasta que se doren ligeramente. Sacamos del horno y reservamos.

Vamos con la cobertura de yemas: ponemos el agua con el azúcar a cocer para preparar un almíbar y cuando veamos que ya casi lo tenemos, lo apartamos del fuego y le vamos incorporando lentamente las dos yemas que previamente habremos batido. No dejaremos de revolver en ningún momento para evitar que se nos cuajen, acercamos de nuevo al fuego, hasta conseguir espesar la crema, y fuera del fuego dejamos que se enfríe.

Una vez que ya haya perdido parte del calor, vamos a bañar los carbayones con la cobertura de yemas, echando una cucharada generosa sobre cada uno.

Sólo nos falta preparar una glasa para terminar los carbayones, así que en un bol echamos el azúcar glass, e iremos mojando poco a poco con el agua y el zumo del limón, y removiendo bien hasta conseguir una consistencia espesa, que aguante sobre la cobertura de yemas. Bañamos con la glasa el carbayón y dejamos que repose para que endurezca.


Puede que os parezcan un poco engorrosos, pero mi recomendación es que leáis la receta un par de veces antes de poneros a ella, ya veréis que no es para nada complicada y el resultado merece todo nuestro empeño. Son una absoluta maravilla.

Con todo mi cariño, deliciosos carbayones, hechos por una carbayona.


 

sábado, 16 de marzo de 2013

Calamares en salsa americana


Para los que ya me conoceis un poco, sabéis que no suelo comer carne, soy más de verduras, pero de escoger, prefiero el pescado, asi que aquí os dejo una de las recetas que mejor me salen: calamares en salsa americana, deliciosos, ligeros y muy fáciles de preparar.

También podeis hacer la receta ultilizando sepia, chipirones, pota...y según sé, es una salsa deliciosa para preparar caracoles, pero casi que yo paso...lo dejo para mi amiga Eva!

Ya vereis qué sencilla:


Ingredientes:

- 1kg de calamares frescos, limpios y cortados en trozos
- 2 cebollas
- 2 dientes de ajo
- 200 grs de tomate natural triturado
- 200 grs de brandy
- media pastilla de caldo o sal
- pimienta negra molida
- 3 cucharadas de aceite de oliva

Preparación:

Ponemos el aceite a calentar en una tartera, o sartén amplia.

Mientras calienta, vamos picando finamente la cebolla y los ajos, y en cuanto tengamos listo el aceite, pochamos la verdura, a fuego medio hasta que se vaya pasando.

Incorporamos el tomate a la sartén y dejamos que se haya durante unos 5-7 minutos, remoiviendo de vez en cuando.

Agregamos los calamares, limpios y troceados, la pimienta y la sal o pastilla de caldo, y rehogamos el conjunto dándole vueltas durante 3 minutos.

Incorporamos el brandy y dejamos cocer durante 40 minutos más o menos, a fuego medio hasta que los calamares estén bien hechos. Removemos de vez en cuando para que no se nos pegue la salsa.

Acompañamos con pastra cocida, patatas al vapor, o como en mi caso con arroz blanco.


Si acompañais al plato de un entrante verde, o unos ramos de brócoli salteado, tenemos un plato completo y muy fácil de preparar, perfecto para una ocasión  especial.

Aprovechad en momentos en que el calamar, la pota, los chipirones, estén a buen precio, y a disfrutar, eso sí, alejad el pan...

 

martes, 12 de marzo de 2013

Lasaña de calabacín



Ya sabéis que últimamente, tengo el blog de lo más vegetal. Busco recetas deliciosas, que no nos pesen nada de nada, pero que sean un placer en todos los sentidos. Las verduras siempre fueron la base de mi cocina, ahora más que nunca.

Siempre os digo que no soy amante de las carnes, no me van, qué le voy a hacer, así que para no cansarme de mis verduras, hago recetas, leo libros, busco, revuelvo y doy con ideas tan absolutamente deliciosas como la que os traigo hoy.

Es fácil a rabiar, deliciosa a más no poder, ligera y de lo más atractivo. Se hace en un nada, y tras un ratín en el horno, sólo queda saborear, no os digo nada más...


Ingredientes:

- 3 calabacines medianos
- media cebolla
- 400 grs de tomate triturado
- 2 cucharaditas colmadas de maicena
- un vaso de leche ( yo puse desnatada)
- queso rallado
- 3 cucharadas de aceite de oliva
- orégano
- sal

Preparación:

Con un cuchillo bien afilado, cortamos láminas verticales del calabacín, que serán nuestras placas para formar la lasaña, y reservamos.

En una sartén amplia ponemos el aceite a calentar, y sofreímos a fuego medio la cebolla picadita. Añadimos el tomate natural triturado, el orégano al gusto y salamos.

Mientras se va pasando la salsa, vamos precalentando el horno a 180º. No necesitamos que el sofrito se haga del todo, simplemente unos 8-10 minutos, ya que acabará de pasarse en el horno.

Cogemos una fuente de cristal apta para el horno y sobre ella vamos colocando una par de  láminas de calabacín para darle forma a la lasaña y sobre ellas, un poco de sofrito. Incorporamos otras láminas de calabacín y sobre éstas una capa de queso rallado, y así sucesivamente hasta acabar la salsa de tomate y el calabacín.

En un cazo ponemos la leche, y deshacemos en ella la maicena. La ponemos al fuego removiendo hasta que espese la salsa, y se haga una besamel muy ligera. Salamos y añadimos una pizca de nuez moscada si os gusta.

Con esta salsa, cubrimos la lasaña, espolvoreamos con queso rallado e introducimos al horno a 180º, durante unos 35 minutos.

Servimos de inmediato.


No me digais que no tiene un aspecto escandaloso...el plato se puede hacer más completo al gusto de cada uno: yo en este caso, como pretendía hacerlo lo más vegetariano posible, no le puse carne, sino soja texturizada, de la que ya os hablé cuando hice los "Rollitos de primavera", y que utilizo de vez en cuando, porque me encanta.

Pero podéis ponerle a la salsa de tomate y cebolla carne, pollo, bonito, jamón en tacos, bacon, chorizo, jamón y queso...otras verduras, tipo berenjena, champiñones, unos trocitos de calabaza...mil ideas y sabores para disfrutar.

Como veis, mi opción fue la vegetariana, y nos encantó.

Creo que voy a hacerla más veces, pero experimentando con otras capas, por ejemplo patata, o berenjena, como tipo musaka...qué gozada!!
 

viernes, 8 de marzo de 2013

Galletas de mantequilla para celíacos


La semana pasada fuimos a cenar a casa de unos íntimos amigos. Ella, sigue una dieta celíaca, sin que realmente lo sea, pero curiosamente le va fenomenal para otra enfermedad que padece.

Después de la cena, nos ofreció con un café una delicia de galletas, hechas con harina de arroz. Nunca las había probado y realmente me sorprendieron, así que le pedí la receta, y os las traigo hoy: una opción buenísima para los celíacos y para los que no lo son, os lo aseguro.

Con esta receta, voy a inaugurar una nueva etiqueta en el blog: cocina celíaca, varias veces me pidieron recetas aptas para las personas intolerantes al gluten, y ésta me parece una idea estupenda para empezar.


Vamos a por ellas:

Ingredientes:

- 80 grs de azúcar
- una cucharada grande de azúcar moreno
- 125 grs de mantequilla a punto de pomada
- 190 grs de harina de arroz
- 2 cucharadas de leche
- un chorrito de anís

Preparación:

Precalentamos el horno a 180º.

Mezclamos con una  batidora de varillas, el azúcar,  la harina y la mantequilla, hasta que la masa nos quede con el aspecto de migas.

Añadimos la leche y el anís, y mezclamos hasta incorporar.

Sacamos la masa del cuenco y acabamos amasando a mano unos instantes.

Formamos una bola con la masa. Estiramos con ayuda de un rodillo, y cortamos las galletas, con la forma que nos apetezca.

Forramos una bandeja con papel vegetal, y depositamos las galletas sobre éste.  Pintamos con un poco de leche la superficie de las galletas, y las horneamos unos 15 minutos, hasta que nos queden doradas.

Sacamos de horno y dejamos enfriar sobre una rejilla.


Espero que os animeis a hacerlas, es una idea estupenda para desayunar o tomar a media tarde. 

La harina de arroz la encontrais sin problemas en Mercadona, al lado del resto de las harinas.

Os traeré más ideas que me ha dado mi amiga, estoy convencida de que os van a gustar, como a mi.

Ya me contaréis los celíacos que andais por mi cocina...


 

martes, 5 de marzo de 2013

Berenjenas rellenas con pollo y pasas





Ya sabeis lo muchísimo que me gustan las berenjenas. pues hoy os traigo un plato de esos para chuparse los dedos y quedarse con ganas de más. Lo mejor, a parte de lo delicioso, es lo ligerito que es, y lo fácil que resulta.

Esta vez lo hice con la Thermomix, pero ya sabéis que se puede hacer igualmente de modo tradicional.



A ello:

Ingredientes:

- 4 berenjenas
- 350 grs de pechuga de pollo en trocitos
- 100 grs de pasas sin pepitas
- 1 cebolla grande
- 2 dientes de ajo
- 2 tomates maduros
- 50 grs de aceite
- sal y perejil

Preparación:

Cortamos las berenjenas a lo largo y vaciamos la pulpa. Ponemos la misma en el vaso y la trituramos 2 segundos velocidad 5, en dos tandas para que se pique bien. Sacamos y reservamos.

Colocamos las berenjenas vaciadas en el recipiente varoma, utilizando ambas bandejas, y lo coerramos.

Colocamos en el vaso los ajos y la cebolla troceada, y programamos 3 segundos a velocidad 5.

Ponemos la mariposa, con cuidado de encajarla bien, añadimos el aceite y programamos 8 minutos velocidad 1, temperatura varoma.

Al acabar incorporamos el pollo y programamos 5 minutos, temperatura varoma, velocidad 1.

Añadimos los tomates y la berenjena troceada, y programamos 5 minutos, temperatura varoma, velocidad 1

Añadimos la sal y el perejil, y programamos 20 minutos, 100 º, velocidad 1, y en este momento colocamos el recipiente varoma sobre el vaso.


Vamos precalentando el horno a 180º, mientras se hacen las berenjenas.



Pasado el tiempo quitamos el varoma, colocamos las berenjenas vaciadas en una fuente de horno, agregamos al vaso las pasas, y las mezclamos 3 segundos, vel.3.

Rellenamos las berenjenas con la mezcla de pollo, pasas y verduras y las metemos al horno a 180º, unos 10 minutos.

Servimos las berenjenas calientes, con el perejil esplovoreado.




Son una delicia, ligeras y con ese toque de las pasas que las hace diferentes. Yo os recomiendo que aunque no os gusten, no dejéis de ponerlas, luego a la hora de comer simplemente apartarlas, pero el sabor será distinto y muy original.

En casa nos encantó el plato, os animáis?


sábado, 2 de marzo de 2013

Arroz integral con verduras


Tengo que reconocer que el arroz me gusta creo que de cualquier manera. pero últimamente me estoy acostumbrando a usar arroz integral, ya que creo que es aún más completo que los demás.

Y si tengo que pensar con qué es con lo que más me gusta, me quedaría con recetas como ésta: arroz y verduras, una combinación que nunca me falla. Así que eso es lo que os propongo hoy, un deliciosa plato de arroz integral, cocinado con unas cuantas verduras y aderezado con salsa de soja. Me encanta!


Ya veréis que receta más fácil y qué delicia.

Ingredientes:

- una taza de arroz de moca por persona
- dos hojas de acelga con sus pencas
- 2 zanahorias peladas y cortadas en dados
- un trozo de repollo cortado en juliana
- un puerro
- un puñado de judías verdes, cortadas en trocitos
- un chorrito de salsa de soja al gusto
- sal
- 2 cucharadas de aceite de oliva
- un chorrito de vino blanco

Preparación:

En una tartera, ponemos a hervir agua abundante con un poco de sal. Cuando ya esté hirviendo añadimos el arroz, lo removemos de vez en cuando y dejamos cocer unos 25-30 minutos ( seguid las instrucciones de cocción del envase). Tenemos que procurar que haya suficiente agua, y tenemos en cuenta que el arroz integral suele necesitar más agua que el blanco.

Mientras se cuece el arroz, ponemos en un wok o sartén antiadherente, el aceite a calentar y sofreímos en él las verduras previamente lavadas y picadas.

Cuando estén medio pochadas, agregamos el vino blanco y dejamos que se evapore el alcohol unos minutos, dándole vueltas a las verduras para que se hagan uniformemente. Las dejamos terminar de hacerse bien, salvo que os gusten las verduras al dente.

En cuanto el arroz se haya cocido, lo escurrimos con un colador, y dejamos reposar.

Añadimos al wok el chorrito de salsa de soja, al gusto, y el arroz que teníamos reservado. Damos vuelta a todo el conjunto para que se mezclen bien los sabores y servimos de inmediato.


Como veis un plato sencillo, apto para cualquier novato en la cocina, porque no tiene secretos. Os aseguro que de un día para otro, podéis calentar lo que os haya quedado y seguirá estando estupendo.

Acompañado de una ensalada verde, y como véis en mi caso de un buen pan de cereales y semillas, es una gozada. A por este arroz, esta vez, integral.