Hace un par de meses, mi marido y yo hicimos una escapada a una hostería encantadora, en Torazo, un pueblo de Asturias. Fue un fin de semana de relax total, spa, comidas degustación, paseos por el pueblo, y hasta sus fiestas, y sin hijos...
En las comidas solían ofrecernos varios tipos de panes, de harina de trigo integral, con pipas, y de maíz, un pan oloroso, muy llamativo por ese color, y que me cautivo desde el primer mordisco. Así que en cuanto llegué a casa me puse a buscar rápidamente cómo hacerlo y me di cuenta de que no supone nada especial, que a los que nos gusta hacer pan podemos hornearlo en casa y queda delicioso.
Ojo, no es un pan dulce, es pan para comidas saladas a pesar de que imagino que si lo queréis acompañar de alguna mermelada, también sería perfecto.
Así que la receta que os dejo es para los que les apetezca hacer sus pinitos en este mundo que a mi me tiene cautivada. A por él!!
Ingredientes:
- 300 grs de harina de trigo, preferiblemente de fuerza
- 200 grs de harina de maíz
- 280 grs de agua templada
- 3 cucharadas soperas de aceite de oliva suave
- 25 grs de levadura de panadería fresca
- una cucharadita de sal
Preparación:
En un bol amplio echamos el agua y deshacemos en ella la levadura. Incorporamos el aceite, y la sal, y removemos bien para que se integren los ingredientes.
Echamos la harina de trigo y seguidamente la de maíz, removemos con una cuchara de palo, y cuando ya veamos que la masa se va quedando seca, la sacamos a la encimera de la cocina (yo uso una tabla de madera), previamente enharinada, y acabamos de amasarla.
Hacemos con la masa una bola, que dejaremos reposar dentro del bol, durante una hora y tapada con un paño limpio.
Pasado el tiempo precalentaremos el horno a 210º. Sacamos la masa del cuenco y la volveremos a amasar ligeramente unos segundos.
Formamos panecillos o bien una hogaza única, y le haremos unos cortes con un cúter o cuchilla bien afilada.
Forramos una bandeja con papel vegetal, y hornearemos el pan unos 20-25 minutos, si son bollos individuales, o unos 45 si se trata de un pan único, con cuidado de que no se nos queme la corteza.
Sacamos el pan del horno y dejamos enfriar sobre la rejilla.
Sencillo y delicioso. A mi me gusta usarlo como un pan normal, es decir casa perfectamente con cualquier comida, pero os aseguro que a los amantes de los embutidos les va a encantar.
Os animo a hacerlo ahora que parece que ya empieza a apetecer encender el horno. No hay olor más casero que el del pan recién horneado.
Una pinta espectacular. Me encantan y parecen sencillos
ResponderEliminarque ricos!!! tienen una pinta deliciosa. Estas escapadas, de vez en cuando vienen estupendamente, son un renovador ideal!! un besote
ResponderEliminarMadre de dios que pinta!! estan de foto y nunca mejor dicho, que maravilla y que bien te han quedado, en mi casa le pones el cestillo delante recien salidos del horno y ni los ves jaja....Besss
ResponderEliminarQué buena pinta!! ideales en esa cesta para echar mano y no parar, jeje
ResponderEliminarEn casa n somos de pan, aunque es cierto que siempre que voy fuera me gustan esos restaurantes donde te ponen pan recién hecho y de diferentes harinas, los tuyos, geniales!
Mañana, acuérdate que hay que publicar, jeje
muy buena pinta!
ResponderEliminar