Aleta rellena al horno con crema de leche

Otra receta más de carne...en casa no se aburren de comer carne, sea como sea su preparación: al horno, empanada, frita con ajos...por eso me gusta probar recetas nuevas, nuevas ideas para no recurrir siempre al típico filete (que entre nosostros, les vuelve locos!).

Ya sabeis que yo no soy de carne, pero a ellos esta receta les encantó: una aleta de ternera rellena de jamón de york y queso y asada en el horno con crema de leche.

Parece complicado?. Nada, cero compliaciones, ya vereis que es uno de esos platos que como digo se hacen casi solos. Vamos a ello, que con un par de pasos ya la tenemos en el horno acabando de asarse.

Ingredientes:

- una aleta de ternera abierta como si fuera un libro
- 3 ó 4 lonchas gruesas de jamón de york
- 3 ó 4 lonchas de queso tipo sandwich
- 2 vasos de leche ( mejor entera o semi )
- 2 vasos de agua
- una cuharadita colmada de maicena
- sal
- pimienta
- perejil picado
- aceite de oliva

Preparación:

Comenzamos encendiendo el horno a 200 º. Salpimentamos la aleta, y ponemos encima de la misma las lonchas de queso y sobre ellas las de jamón.

La enrollamos como si fuera un brazo gitano, y la atamos con una cuerda especial de cocina.

Calentamos unas cucharadas de aceite en una sartén amplia y doramos el rollo de carne, para sellarlo y darle color.

En una fuente de pirex, apta para horno, colocamos la carne, y sobre ella vertemos la leche y el agua, e introducimos la bandeja en el horno a 180-200º, durante al menos 45-50 minutos.

Pasado el tiempo, sacamos la bandeja del horno y retiramos la aleta. La reservamos, dejándola templar.

Vertemos la salsa de leche en un cazo , toda salvo un vasito en el que disolveremos la maicena.

Dejamos que la crema hierva, y le incorporamos la maicena diluida, removiendo de vez en cuando para que no se pegue. En cuanto haya engordado, sacamos del fuego y reservamos.

Con ayuda de unas tijeras, quitamos la cuerda al rollo de carne, y lo cortamos en rodajas, de un dedo de grosor, más o menos.

Lo ponemos en la fuente de servir, y  bañamos con la salsa de leche bien caliente. Sólo nos falta espolvorear con perejil picado.

Es un plato que admite un montón de acompañamientos o guarniciones: una verdura salteada, unas patatas al horno, o un puré de patata y zanahoria...eso os lo dejo ya a vuestro gusto.

En casa, cada uno lo tomó de forma diferente, la mayoría tal cual, mi hijo mayor con pasta cocida...