Coliflor con bechamel de espinacas

Ya se que la verdura que os traigo hoy no es santo de devoción de muchos, ni de muchas, que no le encontrais el punto, ese olor, textura un poco blanda..., pero a mi me encanta, encuentro que es una verdura muy polifacética.

Me gusta en crema, en fritos, rehogada con unos ajos, en tortilla, al vapor con unas patatas, acompañada de una simple salsa ali-oli...si, lo reconozco me gusta muchísimo la coliflor.

Tengo una simpática anécdota de uno de mis hijos, el tercero, cuando no era más que un enano, una mañana que yo estaba cociendo una coliflor, él se encontraba cerca de la cocina, y de repente apareció a mi lado y me dijo: "mami...cómo se llama ese olor???". Yo le contesté, "es coliflor", a lo que él me replicó: "no voy a probar ese olor en mi vida..."

Si os gusta la coliflor, la receta de hoy os encanta fijo: es muy sencilla de hacer, y el contraste de sabores casa de maravilla. Y el conjunto de colores de esta receta, es tan atractivo...

Vamos a ello:

Ingredientes:

- una coliflor

- 250 grs de espinacas

- 100 grs de queso curado

- 1/4 de litro de leche

- una cucharada de harina

- agua

- aceite de oliva

- sal y pimienta

Preparación:

Limpiamos la coliflor y la dejamos entera. Colocamos el accesorio de cocer al vapor en la olla rápida, y sazonamos la coliflor.

Ponemos un poco de agua en la olla, introducimos el accesorio con la coliflor, tapamos y la cocemos durante 3 minutos a contar desde el momento en que comienza a salir el vapor.

Mientras, ponemos un poco de aceite en una cazuela, añadimos la harina, y la rehogamos un poco. Vertemos la leche poco a poco, sin dejar de remover. Salpimentamos y cocinamos durante unos 5 minutos.

Picamos las espinacas (reservamos unas 10 de aspecto entero y bonito) en juliana fina y la incorporamos a la bechamel, mezclando y cocinando todo durante 2 ó 3 minutos.

Sacamos la coliflor a una fuente amplia, y la bañamos con la bechamel de espinacas. Rallamos el queso por encima y la gratinamos en el horno durante un par de minutos.

Mientras, ponemos un poco de aceite en una sartén y freimos las hojas de espinacas que habíamos reservado, a fuego suave hasta que cristalicen.

Las dejamos reposar sobre papel de cocina, y decoramos con ellas la coliflor.

Emplatamos y servimos.

Os dejo un truco para que el aroma no sea tan desagradable: al cocinarla, añadir al agua de cocción una patata o una manzana, ya vereis como mejora!

Animaros con la coliflor, tiene un montón de vitaminas, de fibra, y disfrazada en cremas, no sabreis( ni sabrán!) que la estais comiendo...mi hijo, el del olor, la toma en crema y no se le pasa ni por la cabeza que ya ha probado ese olor...