Costillas caramelizadas

Os propongo una receta de esas para quedar como auténticos expertos en la cocina, aún siendo principiantes: unas costillas de cerdo al horno caramelizadas y deliciosas.

Sencillas, facilísimas y perfectas para sorprender como chefs, o darnos un gustazo. En poco menos de una hora, listas y al alcance de los cocinitas más inexpertos.

Los ingredientes los pongo para cuatro personas, pero podeis doblarlas sin problemas (para los trogloditas con los que vivo, creedme que el costillar que yo preparé pasaba de los dos kilos...)

Ingredientes:

- 1 kg de costillas de cerdo
- 270 grs de patatas pequeñas
- una cebolla
- 2 dientes de ajo
- 6 cucharadas de vinagre de vino blanco
- 6 cucharadas de salas de soja
- 6 cucharadas de aceite de oliva
- 2 cucharadas de ketchup
- una cucharadita de azúcar
- unas ramitas de romero
- sal
- pimienta recién molida

Preparación:

Pelamos y picamos la cebolla y los dientes de ajo. Los ponemos en un bol y añadimos el vinagre, la salsa de soja, el ketchup, el azúcar,  4 cucharadas de aceite y la pimienta. Mezclamos bien.

Ponemos las costillas en un recipiente de cristal amplio y echamos sobre ellas la preparación anterior. Dejamos marinar en la nevera durante 2 horas aproximadamente.

Lavamos y secamos las patatas. Las salpimentamos y las colocamos en una bandeja de horno. Rociamos con las dos cucharadas de aceite que teníamos reservadas y asamos en el horno a 180º, dándoles vuelta varias veces durante la cocción.

Una vez pasado el tiempo, y listas las patatas, escurrimos las costillas de la marinada y las colocamos sobre la rejilla del horno.

Las introducimos en horno caliente, con el grill encendido y las asamos 8-10 minutos por cada lado, dependiendo siempre del grosor de las mismas y de cómo os gusten de pasadas. Vamos rociando con la marinada, mientras se asan.

Servimos las costillas recién hechas, acompañadas de las patatas asadas y sazonadas con un poco de romero. Servir así mismo una buena ensalada fresca.

También podeis enriquecer el plato sirviendo las costillas sobre un lecho de manzanas caramelizadas. Para ello lavamos, pelamos y cortamos unas manzanas en gajos, y las caramelizamos en una sartén con un poco de matequilla y azúcar. O incluso con unas rodajas de piña natural, cualquiera de ambas frutas casan a la perfección con las costillas de cerdo.

Reconozco que, a mi que la carne ni frío ni calor, más bien cero,  me resultó un plato diferente de sabor especial. Es una receta de mínima dificultad, y con las patatas y la ensalada, completo.

Creo que en cuanto llegue el buen tiempo, haremos la receta en la barbacoa, pondré a mi parrillero a trabajar...