Croquetas de verduras y queso

No suelo hacer demasiadas croquetas en casa, y no porque a mis hijos no les gusten, pero es que no puedo ni intentar competir con las croquetas de picadillo que preprara mi suegra, sobre todo para mis dos hijos pequeños.

Así que como además, unos porque si nos cuidamos y otros porque no les da más, es un plato que pasa más bien de puntillas en casa. Pero esta vez, al cruzarse en mi camino esa receta, no puede reprimirme, me lancé a hacerla y no me defraudó nada de nada. Es pura delicia.

Siempre os comento que las verduras son la base de mi cocina, pues bien, el pensar en unas croquetas de verduras me sedujo desde el principio, más aún si las combinaba con queso. Aquí os dejo este manjar, sencillo pero de auténtico lujazo.

Ingredientes:

- 1 litro de leche
- 4 cucharadas de harina
- una cebolleta
- un pimiento verde
- una zanahoria
- un calabacín
- 2 dientes de ajo
- 100 grs de espinacas
- 100 grs de queso curado
- aceite de oliva
- sal y pimienta
- harina, huevo y pan rallado para rebozar

Preparación:

Picamos la cebolleta, y los dientes de ajo finamente, poniéndolos a pochar en una cazuela con un poco de aceite.

Picamos también la zanahoria previamente pelada, el pimiento, el calabacín sin pelar, en dados pequeños, y los incorporamos al sofrito. Sazonamos y cocinamos el conjunto durante 5 minutos.

Limpiamos las espinacas retirando los tallos, y las picamos finamente. Las incorporamos a la cazuela y las cocinamos brevemente.

Agregamos la harina, la rehogamos unos instantes y vertemos la leche templada poco a poco, sin dejar de remover el conjunto. Salpimentamos y trabajamos la masa, removiéndola mientras cuece durante 15 minutos.

Rallamos el queso sobre la masa y los mezclamos bien. Pasamos la mezcla a una fuente amplia, previamente mojada, para evitar que se nos pegue la masa, y dejamos que enfríe.

Una vez fría la masa, formamos las croquetas, las pasamos por harina, huevo batido y pan rallado, y las freimos en aceite bien caliente.

Las escurrimos sobre papel de cocina, y las servimos acompañadas de ensalada.

A mi me encantan!!. Podeis cambir el relleno con la verdura que más os guste o que tengais por casa, pero no dejeis de darle el toque con el queso, mejoran muchísimo.

Como salen bastantes, podemos congelarlas para utilizarlas en otra ocasión. Una vez que las hayamos rebozado, las depositamos bien separadas en una bandeja y las introducimos en el congelador.

Cuando ya estén congeladas las pasamos a una bolsa de congelación y listas para ir sacándolas cuando nos apetezca.

Así cena perfecta y rapidísima para días en los que no tenemos ganas de cocinar o andamos a tope.