viernes, 31 de enero de 2014

Bizcocho de leche condensada


Llevaba varios días queriendo subir una receta de bizcocho al blog, sobre todo pensando de nuevo en mi hija y su estancia en Irlanda...así que con un bote de leche condensada que llevaba tiempo haciéndome guiños en la despensa, me lancé al ruedo: fácil, delicioso y económico.

Un bizcocho muy suave que estoy segura que os va a encantar.

Yo lo hice con Thermomix, pero os lo voy a dejar para que lo hagáis con una batidora de varillas, sólo hay que mezclar, nada más!!


Ingredientes:

- un bote de 400 grs de leche condensada
- 4 huevos (los míos de casa...mirad qué color...)
- 50 grs de aceite de oliva suave, o girasol
- 120 grs de harina
- un sobre de levadura en polvo

Preparación:

Precalentamos el horno a 180º, y engrasamos un molde. Reservamos.

En un bol amplio, comenzamos a batir la leche condensada con las varillas y agregamos uno a uno los huevos, sin dejar de batir hasta que quede todo bien integrado.

Incorporamos el aceite, y mezclamos bien y por último echamos la levadura y la harina, trabajando la masa para que todos los ingredientes queden perfectamente mezclados.

Vertemos la mezcla en el molde reservado y horneamos durante 30 minutos a 180º.

Sacamos y dejamos enfriar antes de desmoldar.


Tengo que deciros, porque si no se me enfada...que de nuevo la autora del bizcocho fue mi hija Ana, yo sólo le dí la receta, y ella solita se las compuso para hacer esta delicia.

Está hecha una artistaza, eso sí...de lo dulce que le chifla!!!

 

viernes, 24 de enero de 2014

Gratinado de patatas y verduras


Desde hace unas semanas tengo a mi hija mayor viviendo en Dublín. Una vez acabada su carrera universitaria, decidió darle un buen empujón a su inglés, coger sus bártulos y marcharse a vivir unos meses, de momento, a Irlanda.

Está encantada a pesar de que los inicios de su periplo no fueron buenos, pero hoy se confiesa una enamorada de la capital irlandesa. Me pidió que le llenara el blog de recetas fáciles y buenísimas, rápidas de hacer y que no le complicaran demasiado la vida a la hora de organizarse los menús diarios, así que os traeré recetas sanas, deliciosas y sobre todo aptas para los que como ella empiezan a trastear entre fogones.


Esta es una idea deliciosa, muy sencilla de hacer y que sobre todo os va a permitir sacar provecho a esos restos de verduras que tenemos por la nevera.
A ello:

Ingredientes:

- 1/2 kilo de patatas, cortadas muy finitas
- 2 cebollas
- 2 dientes de ajo
- un brócoli
- 250 ml de nata para cocinar, leche ideal, o en mi caso nata de soja para cocinar
- sal
- pimienta
- pan rallado
- aceite de oliva

Preparación:

Comenzamos precalentando el horno a 180º.

Cortamos el brócoli en ramilletes pequeños. Ponemos agua a hervir en una tartera, con un poco de sal, y en cuanto rompa el hervor, introducimos el brócoli y dejamos cocer unos 5 minutos. Escurrimos y reservamos.

Pelamos las patatas y cortamos en rodaja muy finitas. Pelamos las cebollas en aros finos y picamos los dientes de ajo. En un bol amplio, mezclamos patatas, cebolla y ajos, y salpimentamos al gusto.

Colocamos el brócoli en una fuente apta para horno, si es de barro mejor, y regamos con un poco de nata.

Sobre éste, echamos la mezcla de patatas y cebollas, regamos con el resto de la nata, y rociamos con un hilo de aceite de oliva. Por último espolvoreamos la fuente con pan rallado.

Introducimos en el horno a 180º, durante unos 45 minutos, más o menos, tapando la fuente con papel de aluminio.

Antes de retirar la fuente del horno, pinchamos las patatas para comprobar que estén bien hechas.

Servimos caliente.


Podemos echarle también jamón, bacon, restos de pollo, carne picada...setas, champiñones, pimientos...admite cualquier ingrediente que os apetezca en ese momento, pero como soy una apasionada del brócoli, yo preferí dejarlo tal cual.

Espero que esta, junto con otras ideas ya en el blog y demás que os voy a ir trayendo, sirvan para que mi hija, como un montón de seguidores del blog, que hace nada empezaron a cocinar, se animen y pierdan un poco de tiempo en la cocina, que merece la pena; mientras, la seguiré echando de menos...

 

domingo, 19 de enero de 2014

Crema de zanahoria, naranja y avellanas



 
Os traigo una nueva crema de zanahorias, con un toque de naranja y acompañada de unas avellanas picadas, una idea deliciosa inspirada en las deliciosas recetas de mi libro de cabecera de Toni Rodríguez.
 
Me encantan las cremas, os lo digo a cada una que os presento, las encuentro perfectas como entrante en mis menús, e insustituibles para cenar en los fríos días que tenemos encima. Ya veréis como os entonan, y además así estáis dándoles sobre todo a los pequeños, una cantidad importante de verduras sin que se den casi cuenta. A ello, que se enfría!!
 
 
 
Ingredientes:
 
- 2 dientes de ajo
- una pizca de jengibre en polvo ( os lo dejo a vuestro gusto)
- una cebolla
- 10 zanahorias
- la ralladura de media naranja
- una cucharada de aceite de oliva
- 2 cucharaditas de sal
- una cucharadita de pimienta
- 50 grs de avellanas picada
 
Preparación:
 
Pelamos y cortamos los dientes de ajo en láminas, y en una cacerola calentamos el aceite a fuego medio, y doramos en él los ajos y el jengibre.
 
Pelamos y cortamos también la cebolla en trozos pequeños, y la incorporamos al sofrito. Hacemos lo mismo con las zanahorias.
 
Dejamos rehogar las verduras unos 5-7 minutos , y agregamos la ralladura de naranja.
 
Sazonamos con sal, pimienta y echamos agua al guiso hasta cubrirlo por completo.
 
Dejamos que se cocine a fuego medio unos 20-25 minutos, hasta que las zanahorias estén tiernas.
 
Trituramos las verduras con el caldo hasta obtener una crema fina, y servimos caliente acompañada de las avellanas picadas y un hilo de aceite de oliva.
 
 
 
Una delicia ligera y reconfortante, que ahora aprieta el frío...
 
Seguimos por la senda verde...

 

miércoles, 15 de enero de 2014

Pote asturiano. Receta del reto



Cuando Edu, mi compañero de reto me dio a conocer el ingrediente del desafío de este mes, no dudé ni por un instante en la receta que os iba a traer, para mí astur de pro, no hay plato más delicioso que éste, pote asturiano.


Para los que no conozcáis la receta, os diré que es un plato contundente, una prima hermana de nuestra fabada, pero que además de nuestras fabes, se compone de berzas y patatas.


La berza es una verdura muy común en nuestra gastronomía, una delicia de hoja ancha y de un verde intenso, que combinada con patatas es un manjar, así que imaginaros como puede resultar si además le añadimos las fabas.


El plato es sencillísimo de realizar, sólo os voy a dejar algunos apuntes para que además de fácil os resulte un espectáculo para el paladar, con el que seguro vais a disfrutar un montón.

Ingredientes:

- fabes asturianas
- un buen manojo de berzas
- patatas
- chorizo
- morcilla
- sal

Preparación:

El día antes de preparar la receta, no olvidéis de poner a remojo las fabas en abundante agua fría. Dejarlas que se hidraten al menos 8 horas.

Con las berzas también hay que hacer algo antes de cocinarla,  aquí decimos que para que las berzas estén buenas tienen que helar, es decir, es una verdura propia del invierno, a la que le viene estupendamente soportar las heladas de nuestro clima, por eso, si compráis berzas, a pesar de que hayan helado, lo que hago es una vez limpias, ls preparo de la siguiente manera:  cojo unas cuantas hojas, las superpongo unas encima de otras y hago con ellas una especie de rollo.

Con un cuchillo bien afilado, las voy cortando en tiras muy finitas, y ya cortadas, las meto en una bolsa de plástico o tupper y las meto al congelador, para que se congelen y hielen.

Comenzamos poniendo agua a hervir en una tartera, cuando rompa el hervor, echamos la berza, sin falta de descongelar a hervir, y las dejamos unos 2-3 minutos que cuezan a fuego fuerte.

Una vez pasado ese tiempo, sacamos del fuego escurriéndolas y le damos un segundo hervor de la misma manera, mi abuela decía que así se les quita ese sabor fuerte " a verde", y es cierto, la berza suaviza mucho y está mucho más buena.

En una tartera amplia donde vayamos a cocinar el pote, echamos agua abundante, las fabas escuridas del agua de cocción, las berzas escurridas del agua del hervor, las patatas cortadas en trozos y el embutido, chorizo y morcilla.

Salamos y dejamos cocer el conjunto a fuego medio, y sin tapar del todo la tartera, hasta que las fabas estén tiernas, lo que va a depender de la calidad de las mismas y su tamaño.

Procuraremos no remover el cocido, para evitar que las fabas se deshagan, simplemente moviendo la tartera por las asas, haremos que se forme un caldo gordito y espeso, con ayuda de las patatas y las fabas.

Dejamos reposar unas horas antes de comer, si podemos...y servimos bien caliente, con el compango troceado.


Sólo un apunte más, en el caso de la fabada, es imprescindible el buen tamaño de las fabes, que sean de las buenas de verdad, así como el compango que le pongáis, cuando hagamos pote, si bien es cierto que el compango tienen que ser igual de bueno, podemos elegir unas fabas de menos tamaño, o de calidad un poco inferior, saldrá exquisito, seguro!!

Sí, lo reconozco...yo soy más de pote que de fabada!!

sábado, 11 de enero de 2014

Cupcakes de Kinder Bueno


Cuando mi hija Ana vio los cupcakes de Kínder bueno, en el blog de Alma Obregón, lo tuvo clarísimo: " mamá quiero esos cupcakes..."

Así que ella solita se encargó de comprar los ingredientes que nos faltaban, encender el horno, mezclar, decorar...si, con sus 12 años es toda una experta  en esto de la cocina, y cada día le gustan más.

Así que después de este descanso navideño, y de reorganizar un poco nuestras vidas, os traigo como primera entrada del año, una delicia preparada por Ana...creo que el blog ya tienen la sucesión garantizada...


El bizcocho de los cupcakes es parecido al de la receta original, pero adaptándola a lo que teníamos en ese momento en casa, pero el frosting es cosa mía: creo que no acaban de llenarme los tan de moda cupcakes precisamente porque no soporto el buttercream...así que volvimos a hacer el mismo frosting que ya os traje con los cupcakes de calabaza, es de queso ,una delicia, y mucho más ligero que el buttercream, a pesar de que lleva nata.

Ojo, me dice Ana que os comente que no sabe nada a queso...


Ingredientes:

* Para el bizcocho:

- 2 huevos
- 115 ml de nata líquida
- 100 ml de aceite de girasol
- 120 grs de azúcar moreno
- 120 grs de harina
- 65 grs de cola-cao
- 1 y 1/2 cucharaditas de levadura en polvo
- 2 kínder bueno en trocitos

* Para la crema:

- 500 grs de nata líquida para montar, muy fría
- 200 grs de queso crema tipo Philadelphia
- 4 cucharadas de azúcar
Preparación:

Comenzamos precalentando el horno a unos 180º.

Mezclamos en un bol amplio, los huevos, la nata, el aceite y azúcar moreno, y reservamos.

Mezclamos en otro recipiente la harina y la levadura, junto con el cola-cao, y cuando esté ya bien aireada la mezcla. la incorporamos a la mezcla anterior, poco a poco.

Troceamos los Kínder, y los añadimos a la masa, sin deshacerlos demasiado. Vamos rellenando ´los moldes de cupcakes con la masa, sólo las 3/4 partes de su capacidad.

Metemos los cupcakes al horno, y los dejamos unos 20 minutos, con cuidado de que no se nos quemen.

Sacamos del horno, y dejamos que se enfríen un poco antes de manipularlos.

Mientras vamos a por el frosting: ponemos la nata en una batidora de varillas, y comenzamos a batir para que se vaya montando. Cuando ya esté semimontada, pero ya algo dura, echamos el queso y seguimos batiendo.

Incorporamos el azúcar, y continuamos batiendo el frosting hasta que no notemos los granos de azúcar.

Metemos unos 10 minutos la crema en la nevera para que tome más cuerpo, y sólo nos queda decorarlos a nuestro gusto.


Para acabarlos de forma perfecta, le pusimos como copete un trocito de Kínder que milagrosamente quedaba después de hacer la receta.

Sólo espero que os gusten tanto como a nosotros!!,

Es una receta perfecta para inaugurar el año bloguero, eso sí!!, prometo volver ya con recetas algo más ligeras...