Al margen de la misma, y de que esté o no a favor de ella, lo que sí es cierto es que me parece una buena idea tomarme salvado en forma de bizcocho, y por eso he probado mil combinaciones posibles para lograr que la repostería hecha con los salvados me diera buenos resultados.
Y ello porque creo que no está demás poder realizar bizcochos, madalenas, o un pan más o menos decente, que pueda tomarme para desayunar y encima no pesarme nada en absoluto. Por no decir que la fibra a mi, como a la mayoría, me viene que ni al pelo...
Bueno, pues hace unos días estuvo en casa una buena amiga, a la que le di a probar un bizcochito realizado con salvados, y quedó encantada. Me pidió que pusiera en el blog recetas de ese tipo, porque nos venían bien a todas, y así fue como decidí hoy traeros una recetas del bizcocho que habitualmente me hago para desayunar.
Le voy cambiando los sabores, los aromas...sólo se que a mí me gusta, que me permite comer un buen trozo, y que obviamente, sin ser el bizcocho de mi vida, me quita ese ansia por el dulce, y lo mejor de todo es que a pesar de que yo desayuno, casi cuando están colocando las aceras, llego perfectamente hasta la hora de comer, porque es una repostería de fibra, y sea sugestión o no, yo no paso hambre.
Después de semejante discurso, mejor nos ponemos a ello, vereis que es facilísimo.
Ingredientes:
- 8 cucharadas soperas de salvado de avena
- 4 cucharadas soperas de salvado de trigo integral
- 2 cucharadas soperas de leche en polvo desnatada
- 2 yogures de limón desnatados
- 3 huevos y 3 claras
- 2 cucharadas soperas de edulcorante líquido, apto para cocción
- la ralladura de un limón
- un sobre de levadura en polvo
- unas gotas de aroma de limón si queremos potenciar aún más el aroma.
Preparación:
Precalentamos el horno a 180º.
Procedemos a mezclar los ingredientes, mejor con batidora de varillas, hasta que consigamos una mezcla homogénea. Podeis mezclar a mano, pero a veces la leche en polvo se queda sin deshacer bien.
Verter la masa en un molde, mejor de silicona, y hornear durante 35 minutos más o menos a 180º. Pasado ese tiempo, pinchar para ver si está listo, y si no, dejar 5 minutos más.
Como veis, el resultado es el de un bizcocho bastante apetecible, y que os recomiendo para rebajar un poco las calorías diarias. Los caprichos los dejaremos para de vez en cuando...
A que tiene buena pinta?
Pero esa cocina tuya no para!!! me encanta el bizxcocho, bajo en calotrías
ResponderEliminarMarien, como sabes lo puse en práctica y está buenísimo, a mi me gusta mucho y no solo como sustituto de otros dulces, creo que le has dado un toque personal que lo hace exquisito, " me gusta por lo que es no por lo que representa"...
ResponderEliminarNo pares por favor.
Gracias Mariví, como te dije, la receta está especialmete dedicada a ti. Es un lujo tenerte en mi cocin. Besos
ResponderEliminarMi primer comentario en tu blog y claramente tenía que ser en esta receta...cuantas mañanas desayunamos este bizcocho con un café y que rico me sabía para ir a la Uni.Un beso enorme Mami
ResponderEliminarGracias por el comentario, vida. No sabes la ilusión que me hace, ahora quiero verte de seguidora-animadora número uno!!!
ResponderEliminarSupongo que estas recetas quedarán para siempre como el bizcocho de casa...Un beso, amor y gracias por haber escrito unas palabras en el bolg.
Hola!!!! Hoy he hecho éste bizcocho pero como no tenía salvado de trigo he puesto 12 cucharadas de salvado de avena. Asi mismo al no tener leche en polvo he puesto normal, dos cucharadas....Me ha quedado buenísimo, pero no me ha subido tanto como a ti. Puede ser debido a éstos cambios? En qué medida de molde lo pusiste?
ResponderEliminarMuchas gracias!